Dirección por competencias: evaluación y coaching (24 enero)
DIRECCIÓN POR COMPETENCIAS: EVALUACIÓN Y COACHING
La dirección por competencias define, busca y entrena las habilidades necesarias para desarrollar las diferentes funciones de una organización, logrando así la máxima eficiencia.
Las competencias profesionales son conductas observables, ya que se puede medir por su grado de desarrollo, y son habituales, al estar incorporadas en la acción cotidiana de una persona. No se trata de rasgos de personalidad, temperamento o conocimiento, por lo que las competencias profesionales se pueden entrenar y desarrollar.
La dirección por competencias se usa desde los años ’70-’80 en recursos humanos para dirigir personas y sigue siendo actual. Primeramente se usaba la dirección por tareas, lo que correspondería al “ordeno y mando” en el que el empleado cumplía órdenes con poca implicación. A continuación se implantó la dirección por objetivos en la que se pactan unos objetivos y se espera que la persona de forma proactiva intente alcanzarlos. La dirección por competencias no sustituye, sino complementa la dirección por objetivos. Simplemente dice con qué comportamientos hay que conseguir estos objetivos. Finalmente también existe la dirección por misiones que complementa las dos anteriores y que nos indica por qué hay que conseguir los objetivos, tanto a nivel personal como profesional.
La forma de entrenar las competencias profesionales es dándonos cuenta de las incompetencias (fracasos y errores) y convertirlas en competencias. Por ejemplo, cuando una persona no delega, se trata de hacer que primero tome consciencia de ello y elaborar un plan de mejora con acciones y metas concretas, valorándolas semanalmente, lo que a su vez se convierte en un tipo de coaching. Para determinar el potencial de mejora de una persona, se combinará la importancia de la competencia profesional para el puesto, la aptitud para el cambio (la motivación) y la actitud para el cambio (la acción).
Tenemos que buscar organizaciones con talento y para ello hay que entender que la gestión individualizada de personas es la clave para ese proyecto de éxito. La dirección por competencias es una forma de acercar los directivos a la gestión de personas y a la vez sirve de lenguaje común para recursos humanos y la dirección de empresa. Invertir en personas es uno de los pilares fundamentales para lograr los objetivos empresariales y alcanzar el éxito mediante la implicación y cohesión de recursos. Os recomiendo, si queréis ahondar sobre este tema, la obra Dirigir personas: la madurez del talento, enfocada no solo a profesionales de RRHH, sino también a directivos y responsables de un grupo de personas.